La solar, una energía renovable al alcance de todo el mundo
La energía solar, una de las dos fuentes renovables más conocidas junto con la eólica, ha ganado estos últimos años cada vez más popularidad y fuerza en la Unión Europea hasta convertirse en la fuente renovable de referencia para la ciudadanía europea.
Si bien el descubrimiento de la función fotovoltaica fecha del año 1883, cuando el físico alemán Charles Fritts consiguió montar un dispositivo que absorbía luz solar para generar electricidad, no fue hasta el 1954 que surgió la primera célula solar de silicio con una eficiencia relativamente alta.
Esta eficiencia es, precisamente, uno de los principios básicos en que rae el éxito actual de las placas solares. Con las tecnologías fotovoltaicas actuales, unas 15 placas pueden dar respuesta a la demanda de una vivienda media, lo cual facilita que, cada vez más, edificios y particulares se sumen a esta ‘revolución solar’.
Al empujón que experimenta la energía solar actualmente se suma el factor del precio. Estos últimos años, la tecnología fotovoltaica ha conseguido abaratarse hasta un 50% en un contexto en que el precio de la electricidad generada con fuentes no renovables como el gas o el petróleo no ha dejado de subir.
Subvenciones y ayudas públicas
En todo Europa, incluso en aquellas regiones donde la irradiancia solar no es tan potente como la que recibimos en las áreas mediterráneas, este factor combinado de eficiencia y precio dispara el mercado de placas solares.
De hecho, Suecia fue uno de los primeros países en proponerse prescindir de los combustibles fósiles y ya en 2016 anunció la supresión del impuesto que entonces grababa la energía solar. Entonces, según explicaban desde Swedish Solar Energy, el 20% de los propietarios ya consideraban invertir en un sistema solar sobre el tejado de su casa.
En Alemania, también, el gobierno federal bonifica la instalación de paneles fotovoltaicos en balcones con ayudas de entre 50 y 1.450 euros y, hace unos meses, anunció subvenciones de hasta 10.200 euros para los propietarios de coches eléctricos para instalar fuentes de energía solar. Con un presupuesto inicial de 300 millones de euros, el gran número de solicitudes recibidas provocó que este programa de ayudas se agotara en tan solo 24 horas.
