Más electricidad, más sostenibilidad

Cuando hablamos de aumentar progresivamente la importancia de las renovables, a menudo pensamos en la usabilidad de estas fuentes –especialmente la solar y la eólica– para la generación de electricidad, tanto para consumo individual como colectivo de comunidades y ciudades.

En Cataluña, el 15,2% de la electricidad generada en 2023 provino de fuentes renovables, según los datos de Red Eléctrica, la empresa encargada del suministro en el Estado español. Esta cifra sube hasta la mitad de toda la generación eléctrica si tenemos en cuenta los datos a nivel estatal, y en 2030 se prevé que el 80% de la electricidad del conjunto de las comunidades autónomas sea totalmente renovable.

A pesar de los esfuerzos que logramos como sociedad en la implantación de las renovables y los resultados que obtenemos, la electricidad solo representa un 26% de la energía que se genera a nivel global (Bill Gates, 2021). Pero, ¿a que corresponden las tres cuartas partes restantes? ¿Y como nos beneficia la implantación de la electricidad en estos ámbitos?

El camino de la electrificación

Actualmente, son tres los campos principales donde usamos la energía que no destinamos a la electricidad, tal como lo entendemos: el calor, la industria y el transporte. Y todas tienen un potencial común a desarrollar que involucra las fuentes renovables: la electrificación.

A los hogares, el gas natural es el combustible habitualmente empleado para calentar agua, hacer funcionar los radiadores o cocinar. Si aplicamos la electrificación, podemos reducir la dependencia introduciendo las fuentes renovables. Este proceso es posible mediante las bombas de calor y los sistemas de aerotermia.

¿Y por qué es importante introducir este cambio en los hogares? El calor, es decir, la adecuación térmica de viviendas y edificios, representa hoy en día todo un reto porque la manca de este recurso puede llevar a la conocida como pobreza energética, que según el Síndic de Greuges (Síndico de Agravios), ya afecta casi el 20% de las familias catalanas. En este sentido, la electrificación puede ayudar a erradicar estas situaciones.

Transporte más eléctrico

Además de la electricidad y el hogar, el impacto del transporte también juega un papel relevante en nuestro día a día. Es por eso que, cada vez más, investigadores, fabricantes y administraciones se apresuran a introducir la electricidad en el transporte público y privado.

En cuanto a los automóviles, es cuestión de tiempo que el cambio de modelos de combustión a eléctricos sea una realidad. En 2023, se vendieron en el mundo unos 14 millones de vehículos eléctricos, un 40% más que el año anterior, un incremento que también se hace notar en las flotas de autobús de las ciudades y territorios.

En este sentido, hay medidas concretas que se tienen que desarrollar a nivel ferroviario para aumentar la importancia de la electrificación y descarbonizar la actividad: las autopistas ferroviarias para el transporte de mercancías, el Corredor Mediterráneo para pasajeros del alta velocidad, y la recuperación de los trenes nocturnos como herramienta eficaz para sustituir los viajes de avión en distancias largas.

La ventaja ibérica

La península Ibérica tiene, también, una posición privilegiada en la industria electrificada por la disponibilidad amplia de elementos renovables, como por ejemplo el sol o el viento. Tenemos un 30% más de radiación solar, por ejemplo, que la media de todo el territorio de Francia y un 50% más que Alemania.

Es por eso que no solo es más barato fabricar un producto en un polígono industrial de Cataluña, sino que también resulta más económico transportarlo por la costa mediterránea en un tren movido con electricidad renovable y barata que hacer este mismo proceso de una fábrica ubicada en el norte de Alemania a un mercado del sur del país, donde la electricidad renovable, por ejemplo la solar, es más cara.

En definitiva, ventajas logísticas y aplicaciones diarias de una situación de ventaja natural que se incrementan a medida que la electricidad gana peso en todos los sectores de actividad del país.